Mesa Mesón
Fotografía por Francisco Palacio. (Mayo, 2025).
La instalación Mesa Mesón surge como un ejercicio de experimentación espacial y sensorial, diseñada especialmente para una cena privada en uno de los viñedos de Rancho Tecate en Baja California.
Creada por el estudio multidisciplinario Simbiosis, —conformado por Oscar Cortés y Jorge Jiménez—, la propuesta busca transformar el acto de compartir la mesa en una experiencia que integre arquitectura, paisaje y gastronomía en un solo gesto.
Diseño para conectar
La intervención se diseñó para crear una experiencia que conectara al visitante con el entorno, paso a paso. Desde la entrada, un encino marca el inicio del trayecto para los invitados, quienes continúan caminando por el área de preparación y, finalmente, se encuentran con la pieza protagonista ubicada en el centro del viñedo. Este trayecto no solo acompaña a los asistentes, sino también los invita a detenerse, observar y conectar con el paisaje de forma progresiva.
La curva de la Mesa Mesón se alinea con la forma circular del viñedo, intensificando esta conexión y permitiendo una continuidad visual con el paisaje y su vegetación. El diseño propone una transición fluida, donde el movimiento y la contemplación se convierten en elementos esenciales de la experiencia.




Proceso manual y adaptación al terreno
Ante la falta de presupuesto para un corte en máquina CNC, la mesa se construyó completamente a mano. Para lograr la curva deseada, el equipo utilizó un hilo tensado desde un punto central, con el cual dibujaron directamente la silueta sobre el triplay colocado en el suelo. Cada pieza se cortó y lijó manualmente para suavizar el contorno, mostrando la imperfección propia del proceso artesanal.
Las bases se construyeron con piedras recolectadas en el mismo sitio, enterradas parcialmente y reforzadas con arena y compactación. Gracias a este proceso de prueba y error, no solo se logró la estabilidad necesaria, sino también un equilibrio estético que se integrara con el entorno. Al tener una forma única, cada una de las piedras actúa como una columna natural que sostiene la mesa y, al mismo tiempo, refuerzan la sensación de ligereza y conexión con el paisaje.
Además de las piedras, el equipo optó por utilizar varilla con acabado oxidado, aportando un toque rústico que se integra naturalmente con los matices del terreno. Las líneas delgadas—presentes en muchos de los proyectos de Simbiosis— logran conectar la instalación con el entorno de manera sutil y armoniosa.


Entre los detalles finales destacan las piezas diseñadas en colaboración con el estudio de cerámica Velarde. Tomando como referencia la forma orgánica de la mesa, estas figuras aportan un detalle escultórico que termina enriqueciendo la experiencia y completando la narrativa espacial de la intervención.


Reflexión y proyección
Para Simbiosis, esta intervención confirma su compromiso con una práctica creativa que integre arquitectura, diseño y experiencia. Su interés en trabajar con materiales naturales se enfoca en seguir desarrollando proyectos que respeten el territorio y exploren nuevas maneras de habitar y narrar el paisaje.